
El amor hacia los animales es tan fuerte que existen personas que dedican todo su tiempo a ayudar a los animales abandonados. Este es el caso de la pareja israelí Danielle Eden y Rob Scheinberg, quienes siempre han ayudado en el bienestar de los perros.
Danielle creció en Israel y crió perros desde muy joven, a menudo adoptando de un refugio cerca de su casa. Conoció a Rob en su país de origen y los dos decidieron mudarse a Canadá con sus cuatro perros que rescataron de la calle.
Sus perros inspiraron al dúo a hacer todo lo posible para ayudar a los animales sin hogar. Así fue como abrieron Dog Tales Rescue and Sanctuary, una granja de 50 acres en Ontario, una provincia en el centro-este de Canadá. El propósito del refugio es rescatar y rehabilitar a cientos de perros abandonados.
En honor a sus propios perros, la pareja viaja regularmente a Israel para encontrar perros necesitados y traerlos de regreso a Canadá para tener una segunda oportunidad de una vida feliz.
Sin embargo, fue durante una visita reciente que la pareja se encontró con una misión imposible, ¡pero que los llevó a tomar una decisión increíble! La historia se compartió en la página oficial de Facebook de Dog Tales Rescue and Sanctuary.
La pareja dice que en todos sus viajes a Israel visitan refugios locales y hacen listas de 10 a 20 perros para rescatar en cada viaje. Siempre buscan los casos más difíciles posibles, perros ancianos, perros con discapacidad, perros que llevan años esperando un hogar, por ejemplo. “Hacer estas listas es angustioso, pero por lo general queda bastante claro qué perros necesitan más nuestra ayuda”, dijo Danielle.
A principios de año, los llevaron a un albergue en el que nunca habíamos estado. Aunque acostumbrada a ver perros en pésimo estado, quedó impactada por las condiciones del lugar. Según ella, decir que el refugio estaba abarrotado es quedarse corto. Había más de 250 perros hacinados en un espacio que tenía una capacidad para 70.
Por primera vez, no era obvio para la pareja qué perros eran los más necesitados. Entonces, la única alternativa a la que llegó la pareja fue comprar el refugio y salvar a todos los perros que apenas sobrevivieron allí.
Mientras estén en Israel, los veterinarios cuidarán de los perros para abordar cualquier problema de salud urgente. El equipo trabajará con los perros todos los días para socializarlos y enseñarles a confiar de nuevo.
“En los últimos dos meses, 90 han sido reubicados en Israel en refugios más adecuados. 25 ya han hecho el viaje a Canadá. Quedan 150. Armamos un equipo en Israel para limpiar el refugio y hacer que los perros estén más cómodos hasta que tengamos espacio para traerlos aquí”.
Con el tiempo, con paciencia y con amor, sabemos que sus expresiones cambiarán.
Gracias a la amable pareja, los perros finalmente tendrán una vida digna hasta que encuentren un hogar.