Una cría de venado estaba sola en el bosque y un hombre decidió ayudarla y darle una oportunidad. Durante semanas la cervatilla fue parte de la familia y se negaba a irse de casa porque había encontrado en su rescatista un hogar
Los animales tienen un único sentido del amor. Una cervatilla que tenía una pierna débil fue abandonada por su madre y un hombre la recogió, alimentó y la tomó como parte de su familia haciendo que tuviera una vida de granja. El nombre de este caballero es Darius Sasnauskas le gusta la naturaleza, vive cerca del Parque Nacional Yellowstone en Estados Unidos, pero es de origen lituano.
Su conexión con un ciervo recién nacido comenzó en el patio trasero de su casa donde tuvo la suerte de presenciar el nacimiento de dos hermosos ciervos. Darius se dio cuenta de que el cervatillo tenía pocas posibilidades de sobrevivir con tantos depredadores alrededor si lo dejaba ahí a su suerte, así que decidió llevarla a casa y cuidarla.
Con amor y cuidados la pequeña se recuperó
Darius no tenía experiencia en rehabilitación de animales salvajes, pero su amor por la naturaleza y su instinto le permitieron ayudar a la indefensa criatura en casa, fuera de su hábitat natural. Darius le curó la pata herida colocándole un refuerzo que hizo con una caja de cartón e investigó cada cuándo tenía que alimentarla y así lo hizo. Le daba alimento cada 3 o 4 horas con un biberón y la mantenía caliente.
Con el paso de los días la bebé empezó a recuperarse y ganó fuerza en sus patas. Se le veía correr por el jardín de la casa con las mascotas de Darius, un perro y un gato, que se convirtieron en sus amigos. El perro lamía la cara del animalito como lo hacen las madres de los cervatillos y eso ayudó a que no extrañara a su mamá.
La cervatilla encontró en su salvador una madre adoptiva
Tenía en casa todo lo necesario para estar bien. El perro y el gato de Darius le hacían compañía como lo hubiera hecho su hermano y Darius se había convertido en su madre adoptiva temporal. “Ella ahora está acostumbrada conmigo y me sigue…, pero nadie puede sustituir a su verdadera madre”, dijo el hombre.
Aunque Darius no apoya criar animales salvajes como mascotas, hizo una excepción con la pequeña por las circunstancias especiales en que la encontró. Además, desde un inicio supo que en cuanto el animalito se recuperara lo regresaría a la naturaleza, así que trató de replicar lo más posible su ambiente natural.
Su recuperación fue lenta pero efectiva
Poco a poco la cervatilla empezó a caminar y cuanto se recuperó Darius decidió que era momento de regresarla a la naturaleza.
“Desde el primer día esperaba liberar a la cría de ciervo en la naturaleza”, comentó el hombre. “Realmente esperaba que no se encariñara demasiado conmigo, porque eso le haría muy difícil sobrevivir en la naturaleza”.
Darius la devolvió a la naturaleza, pero para su sorpresa, el tiempo que pasaron juntos hizo que su vínculo se convirtiera algo muy especial, de modo que, en lugar de encontrar su propio camino en la naturaleza, la dulce cervatilla siguió volviendo a su bondadoso humano. Incluso después de reunirse con su familia, no se olvidó del hombre que la ayudó en sus momentos más difíciles y siguió visitándolo.
Sin duda una de las mejores historias de cariño y respeto con la naturaleza.
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