Trabajó como albañil para pagar su carrera de enfermería. Regresó con sus amigos y se tomó una fotografía para “jamás olvidar donde había iniciado” La historia de superación y logro
Comenzó como albañil, hoy es enfermero
Se llama Manuel Chimas y se graduó de enfermería de una forma muy especial: se tomó una fotografía con los amigos que le impulsaron a estudiar y trabajar, una cuadrilla de albañiles que no le dejaron solo y con ese trabajo pagó sus estudios. La historia se convirtió en algo viral y fue retomada por diversos medios:
“La verdad nunca esperé que me fuera a pasar esto; yo solo subí una foto con mis amigos y de repente ya era público sólo por terminar mi carrera como enfermero” comentó.
Su familia le ayudó a lograr el sueño
Es un joven veinteañero de la localidad de Oxkutzcab, su padre se dedica al campo y su madre es ama de casa y lavandera de ropa ajena. Para Manuel no fue sencillo, jamás recibió ayuda del gobierno y tuvo que buscar una manera de seguir estudiando. Debido a los bajos sueldos que obtenían sus padres, él tomó la decisión de hacer un esfuerzo.
Manuel se inscribió en la carrera de enfermería en el poblado de Ticul, mientras que su padre trabajaba más duro en el campo y su madre le ayudó a pagar sus estudios como ayudante en una lavandería del pueblo.
“Sentí bonito cuando mis papás me apoyaron, pero la realidad fue otra porque cuando llegaba la hora de pagar colegiaturas veía que se angustiaban”, dijo con semblante nervioso.
Los gastos eran muchos
La escuela le absorbía en tiempo y dinero: pago de exámenes, libros, material y transporte. Manuel se sintió acongojado y comentó a sus padres que dejaría de estudiar para ayudar con los gastos de la casa.
Sin embargo, cuando una puerta se cierra, otra se abre: uno de sus amigos le compartió que podría trabajar como albañil y podría seguir estudiando.
“El jefe de la obra me apoyó porque me daba la oportunidad que retirarme dos horas antes de cumplir mi jornada de trabajo para que vaya a mi casa a comer, bañarme e irme a la escuela”, dice.
Manuel regresaba ya por la noche a casa a hacer tareas y por las mañanas cambiaba los libros por la pala y la mezcla para construir casas. “Durante los primeros años de la carrera, la tarea era bastante, a veces no dormía más que dos horas, me levantaba, me bañaba y me iba a la obra a trabajar”
Sus compañeros le ayudaron
Los compañeros de obra siempre le dieron una mano, lo apoyaron brindándole ánimos y sin duda además de aprender un oficio tan noble como la albañilería es un orgullo que le haya permitido pagar sus estudios y quien recuerda con cariño los cuatro años y medio que pasó con ellos:
“Por eso regresé a tomarme esa foto, para decirles a mis amigos que gracias por sus consejos pude terminar, nunca me he olvidado de ellos y siempre voy a estar agradecido por todo lo que hicieron por mí y por mis padres”
El ejemplo de Manuel ha impulsado a sus hermanos, quienes también están estudiando una licenciatura, y a muchas personas que han visto en su historia una manera de seguir adelante.
Acá la historia de Manuel en sus propias palabras
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