Kefir, ‘el gato más grande del mundo’ vive en Rusia y aunque tiene dos años, aún no termina de crecer
Kefir, un gato de la raza Maine Coon, ha dado la vuelta al mundo por su sorprendente tamaño y su gran belleza.
Esta raza se caracteriza por ser de gran tamaño, tanto así, que se le apoda ‘el gran gentil’, justo porque además de ser una raza grande, el carácter de estos gatitos suele ser bastante juguetón y sociable. Esta raza originada precisamente en Maine, EEUU, es considerada la raza no híbrida de mayor tamaño entre los gatos domésticos. Según Wikipedia, estos felinos pueden alcanzar hasta 8.2 kg en el caso de los machos, mientras que en las hembras, su peso puede llegar a los 5.4 kg. Si hablamos de tamaño, la enciclopedia indica que los Maine Coon, como Kefir, ‘el gato más grande del mundo’, llegan a medir hasta 97 centímetros con todo y cola.
Aunque en realidad no se sabe a ciencia cierta cuánto mide Kefir, se sabe que aunque tiene dos años de edad, aún no termina su crecimiento total, por lo que se espera que su tamaño siga aumentando.
La dueña de Kefir, ‘el gato más grande del mundo’, es Yulia Minina (guiño), quien ha revelado a diversos medios que en muchas ocasiones su gatito es confundido por un perro, pues no es habitual ese tamaño dentro de los gatos domésticos.
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Kefir, ‘el gato más grande del mundo’ pesa más que un niño de 2 años
Según Yulia, nunca pensó que su gato fuera a crecer tanto “Nunca pude haber pensado que un bebé común y corriente pudiera crecer tanto. No solo creció grande en tamaño, también es un gato muy listo y siempre se comporta tranquilamente”, dijo para The Mirror.
La orgullosa propietaria de Kefir ha dado numerosas entrevistas en las que cuenta cómo el blanco felino acapara toda la atención cuando recibe visitas. Asegura, además, que Kefir ama las caricias.
Por otro lado, Yulia Minina ha dicho que a su gato Kefir le gusta dormir en su cama, sobre ella. Claramente esto no era un problema cuando Kefir era un pequeño gato, pero ahora, esto se ha convertido en un pequeño inconveniente.
“Ahora que se ha convertido en un gato grande y pesado, es difícil para mí dormir así”, reveló Yulia.
Con las sorprendentes fotos de Kefir que se han viralizado, muchos han sugerido que esto se trata de un truco fotográfico, pero Minina asegura que en ningún caso se trata de Photoshop.
¿Has pensando cuánto puede llegar a comer un gato de este tamaño? ¿Te gustaría tener un gato así?
