Cinco años tuvieron que pasar para que el mexicano de nueva cuenta peleara en Tijuana, su ciudad natal; ahora pretende exhibir toda su evolución
Cuando salió de Tijuana, Jaime Munguía tenía apenas 21 años de edad y quería comerse el mundo… su sueño inmediato era ganarse la posibilidad de disputar un título mundial, objetivo que cumplió en 2018.
Ahora, a cinco años después de haber tomado esa decisión, regresa a su ciudad natal como ex campeón mundial de los superwelter y tiene un nuevo objetivo en la mira: hacer valer su posición de retador número uno para conquistar una segunda división en su carrera profesional.
Jaime Munguía volverá a presentarse ante su gente este fin de semana y pondrá en juego la diadema intercontinental de la OMB ante el invicto estadunidense D´Mitrius Ballard, en un duelo pactado a 12 episodios en la Plaza de Toros de Tijuana.
“Para mí es un orgullo el poder volver así, en grande, que mi gente me vea y presentarme en un lugar tan importante. Yo cuando era chico vivía muy cerca de ahí, siempre soñé con la oportunidad de presentarme ahí y ahora voy como pelea estelar.
Es un sueño que cumpliré en esta ocasión”, dijo el boxeador que logró cinco defensas de la corona superwelter de la Organización Mundial de Boxeo, y está cerca de retar por una corona ahora en peso medio. Bajo la tutela del Terrible Jaime Munguía ha entrenado desde hace varias contiendas bajo la tutela del histórico Érik Terrible Morales, y el pugilista de 15 años asegura que esta nueva preparación de la mano del ex campeón mundial ha sido clave para el desarrollo de su estilo de boxeo, así que pretende seguir sumando y demostrando su nivel.
“El cambio ha ido poco a poco, he aprendido mucho de tiempos y de tener paciencia. Erik ha logrado transmitirme el conocimiento que acumuló en sus años como peleador y eso es algo muy positivo”, agregó.
Para este encuentro, Munguía instauró su campo de entrenamiento en las montañas del Estado de México, en el Centro Ceremonial Otomí, en donde encontró un lugar para poder enfocarse en su preparación. “No es sencillo, hace frío, pero es un sacrificio que se tiene que hacer. He encontrado aquí un buen lugar para poder enfocarme de lleno y no perder el hambre”, agregó.
Un nuevo peso Promovido por Óscar de la Hoya, en conjunto con el tijuanense Fernando Beltrán, Jaime Munguía pretende hacer del 2022 uno de los mejores años de su carrera profesional. El pugilista asegura que en las 160 libras se siente aún más cómodo que cuando estaba en superwelter.
“Aquí me siento fuerte y creo que podría ser aún más domiante. Esta es una división llena de retos y de grandes nombres, por lo que no puedo esperar que empiecen a llegar esas peleas”, abunda, no sin antes reconocer que para poder pensar en nombres como los campeones Jermall Charlo, Gennady Golovkin, Ryota Murata o Demetrius Andrade, primero tendrá que quitar del camino a Ballard, su rival de este sábado.
Rival de cuidado El duelo entre Munguía y Ballard representa un buen reto para el tijuanense, quien buscará reclamar el cuarto récord invicto en nueve años como profesional.
Ballard a la fecha mantiene un récord de 21-0-1 con 13 nocauts que ha acumulado; sin embargo, tiene dos manchas en su récord en sus últimas tres salidas: la primera, una pelea no válida ante Elías Espadas por un cabezazo no intencional, y la segunda es un empate ante el brasileño Yamaguchi Falcao.
“Debo de tener precaución de Ballard, es muy complicado llegar –a estas alturas de la competencia– y permanecer invicto. Está así por algo y subiré con toda la precaución, pues se que sobre la línea está en riesgo no solo este título, también la disputa del título mundial que busco o esa pelea con Golovkin… pero sobre todo las ganas de no decepcionar a mis seguidores”, finaliza el peleador mexicano que llegará con un balance de 38-0 con 30 nocauts.
Esta noche en Tijuana quiere demostrar todo el poderío que los años le han otorgado. CIFRAS 5 defensas Consumadas tiene Jaime Munguía de la diadema superwelter OMB, que dejó vacante para escalar de división. 78% de probabilidades de nocaut tiene el joven tijuanense de acabar con sus rivales, de acuerdo a sus estadísticas.