La Sedena señaló que se han detectado sobrevuelos de drones no autorizados en zonas cercanas al recinto histórico, los cuales podrían ser utilizados para atacar con material explosivo o venenoso.
La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) adquirió un sistema antidrones para crear una “No Fly Zone” (lugar libre de vuelo de drones), en Palacio Nacional y sus inmediaciones – 34 mil 300 metros cuadrados -, con el fin de evitar que se vulnere la seguridad y la privacidad del presidente Andrés Manuel López Obrador, mediante ataques, espionajes o hackeos.
La Sedena señaló que se han detectado sobrevuelos de drones no autorizados en zonas cercanas al recinto histórico, los cuales – según la institución castrense – podrían ser utilizados para atacar con material explosivo o venenoso el sitio donde vive el mandatario, o bien, robar información.
“Los usos de drones maliciosos pueden tener diferentes fines, entre ellos; ataques por medio de drones con material explosivo venenoso y ataques con drones adaptados con armas de fabricación casera.
Realizar espionaje que pueda vulnerar la privacidad de actividades tácticas, así como ataques de hackeo o robo de información, por medio de equipo de recopilación electrónica atado a drones (IMSI cátcher furtivo casero) o equipo de robo de información IP”.

El sistema se compone de seis “dronelander” con igual número de canales para bloquear Bluetooth, WIFI y RC de drones comerciales, así como GPS.
“Los seis canales funcionan de manera independiente, tienen un slot extra para ampliaciones de banda, puerto ethernet RJ45 para conexión al sistema de monitoreo, alimentación eléctrica, temperatura de funcionamiento ambiental de -10 grados hasta 50 grados centígrados, así como gabinete hermético que aísla los componentes de humedad”, explicó el contrato.
“Estos aparatos lanzan señales que inhiben, desactivan y tiran este tipo de drones, son tan potentes estas señales que mandan, que desactivan este tipo de drones de mediano y largo alcance. Por supuesto que no van a ir contra los “predators”, que utiliza el ejército de los Estados Unidos.
Este tipo de aparatos ayudan a inhibir drones de uso comercial que pueden ser desplegados en inmediaciones de instalaciones estratégicas.
Entonces, no es un equipo caro, por más que digamos que cuesta 5 millones de pesos o 6 millones de pesos, es terriblemente barato, para inhibir un ataque contra el jefe del estado mexicano”, explicó el especialista Gerardo Rodríguez, al ser consultado por MILENIO.